La vitivinicultura abarca tres grandes mundos interconectados: la viticultura, la enología y la agricultura ecológica.
En conjunto, estos tres mundos de la vitivinicultura trabajan en armonía para producir vinos de alta calidad, que reflejan la esencia del terruño y respetan el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano.
Esta interconexión entre la viticultura, la enología y la agricultura ecológica nos permite disfrutar de vinos auténticos, que capturan la esencia de la tierra y reflejan el cuidado y el respeto por el medio ambiente.
Nuestra viticultura se centra en el cultivo de la vid, buscando la salud de las plantas y la calidad de las uvas mediante prácticas sostenibles como la poda, la gestión del dosel vegetal y la protección contra enfermedades y plagas de manera natural y orgánica.
Valoramos la selección cuidadosa de la fruta y la utilización de técnicas de vinificación que respeten las características y la expresión del terroir, como la maceración en frío, la fermentación controlada y el uso moderado de barricas y de recipientes de crianza como huevos y ánforas.
Promovemos prácticas respetuosas con el medio ambiente. Evitamos el uso de productos químicos sintéticos y fomentamos la fertilidad y la salud del suelo mediante técnicas como el compostaje, la rotación de cultivos y la integración de huertas y animales.