Horizontes subterráneos complejos cargados de toda la descomposición de Los Andes, agua mineral del deshielo de glaciares eternos, altitudes que condicionan maravillosamente la madurez de las uvas, luminosidad, entorno de florea silvestre, clima desértico de bajas precipitaciones.

A principios de los dos mil llegamos de Mendoza a Tupungato y mientras recorríamos el valle encontramos un tesoro que estaba frente nuestro que fuimos descubriendo de a poco: Gualtallary.

La extensión, la cercanía a la montana, la profunda sensación de amplitud, el sentirse elevado, nos fue convenciendo que era el lugar para iniciar nuestra vida dedicada al vino, a la tierra y a la naturaleza profunda.

Fundamos Passionate Wine en el 2009, a medida que seguimos explorando y trabajando con la tierra, comenzaron nuestros propios descubrimientos. En el centro de este territorio salvaje encontramos una potencia geológica que estaba justo debajo al suelo que caminábamos, junto al entorno de montaña que nos rodeaba en ese paisaje dramático, justo frente a Los Andes, nos inspiro para crear este nuevo lugar.